Un año más nos dispusimos a celebrar nuestro patrón san
Gergorio Ostiense el día nueve de mayo. Al caer en martes la asistencia tanto a
la misa como a la posterior comida fue limitada pues las obligaciones laborales
no permiten a muchos acercarse, pero todos estamos con el corazón.
Este año la Eucaristía y posterior procesión estuvieron
salpicadas de algunos incidentes. En primer lugar, se acostumbra a aprovechar
la salida en procesión de San Gregorio y La Virgen para realizar una bendición
de los términos, “complementando” la tradicional ayuda de San Gregorio contra
las plagas de langostas, ahora que estamos ya próximos a comenzar la cosecha.
Pues el hisopo se quedó en la sacristía y nuestro concejal fue a buscarlo,
mostrando una vez más la colaboración entre los poderes político y eclesiástico.
No obstante la procesión continuó
y lamentablemente al rodear la plaza por casa de Marco se cayó al suelo el Niño
Jesús que lleva la Virgen María, quizás quería saludar de cerca a Adrián, su
nuevo feligrés, pero afortunadamente Lorenzo lo recogió rápidamente y el Niño
no sufrió daños de consideración, ¡¡se nota que Lorenzo está acostumbrado a
cuidar a sus nietas!!. Por allí ya se habla de “La Adoración de Lorenzo”.
Finalmente y para además de
cultivar el alma cuidar el cuerpo nos dispusimos a dar buena cuenta de una
comida consistente en unos entremeses y carne a la pastora preparada por “Casa
Rufino”:
Como es evidente la comida estuvo
bien regada por caldos y licores que animaron la sobremesa que se alargó hasta
que el sol lo permitió. Desgraciadamente también hubo otra caída por tropezar
con la pata de un banco y esta sí que tuvo consecuencias dejando maltrecha a
nuestra querida “maestra”, ¡ánimo Marisa y a recuperarse pronto!
Al final hasta la juventud se
animó a bailar:
Y solo por este año San Gregorio se ha acabado, pero volverá como cada año.